Los árboles y plantas que habitan estos paisajes no son solo elementos decorativos del entorno: son memoria viva, estructura del ecosistema y símbolos silenciosos del territorio.
En cada tronco cubierto de líquenes, en cada palma que emerge entre la niebla, hay una historia detenida en el tiempo.
Esta galería reúne imágenes tomadas en distintos puntos de los Andes colombianos. Algunas fueron capturadas al amanecer, cuando la niebla se enreda con las montañas; otras al caer la noche, cuando la luz revela formas invisibles a plena luz del día.
Aquí la flora no es fondo, es protagonista.









